El flemón se define como una inflamación purulenta aguda, que se diferencia del absceso en que no es clara y se disemina a través de los tejidos.

¿CUÁNDO SE PRODUCE UN FLEMÓN?

Está relacionado con una infección bucodental. El proceso de infección es causado por la comunicación entre la cavidad bucal y el tejido periodontal del diente (es decir, el tejido que sostiene el diente).

Esta comunicación puede ocurrir debido a que la cavidad nerviosa del tejido pulpar alcanza el diente, lo que inicialmente causa pulpitis, necrosis y formación de abscesos. Otra posibilidad es el acceso directo por vía periodontal, que suele ocurrir en dientes con problemas periodontales, es decir, relacionados con su inserción en el hueso. También puede comenzar por un absceso.

Los abscesos persistentes pueden provocar esputo. Se caracteriza por la exteriorización de los tejidos adyacentes, y esta inflamación es visible en el exterior, es decir, en el rostro.

TRATAMIENTO

Cuando la infección se encuentra en la etapa de absceso, se puede hacer una incisión para drenar y liberar la inflamación y la infección, reduciendo así la carga para el paciente. En la etapa de esputo, esto no es necesario porque la infección no está localizada.

En ambos casos, se requiere tratamiento con antibióticos para eliminar la infección. Además de este tratamiento con antibióticos, también se debe tratar la causa.

Si el origen es una cavidad grande (caries), se debe tratar el canal dentario o extraer el diente severamente dañado si no se puede realizar la reconstrucción. Si es de origen periodontal, se debe averiguar la causa. Si la zona se limpia correctamente de forma reversible y se explican en casa los hábitos de higiene de la zona seria suficiente, en cambio, si es irreversible se debe extraer el diente.

Si comienza a sufrir un dolor similar al descrito en este artículo, consulte al dentista lo antes posible. La acción rápida puede marcar una gran diferencia entre la incomodidad y el dolor intenso.